
La sauna se ha utilizado durante siglos como una práctica de bienestar, pero más allá de la relajación, su uso provoca una serie de respuestas fisiológicas que pueden influir positivamente en la salud.
En esta guía encontrará qué es una sauna, cuáles son sus beneficios comprobados, cuándo conviene usarla y qué precauciones debe tener en cuenta para hacerlo de forma segura.
Una sauna es un espacio cerrado diseñado para exponer el cuerpo a altas temperaturas de forma controlada, generalmente entre 70 °C y 100 °C.
Al entrar en una sauna, el cuerpo activa varios mecanismos de adaptación al calor:
La sauna mejora la función del sistema circulatorio.
Un estudio del University of Eastern Finland asoció el uso frecuente de sauna con menor riesgo de infarto y muerte cardiovascular. 1
El calor promueve una respuesta de relajación profunda.
El uso regular de la sauna puede beneficiar a personas con factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como colesterol alto, hipertensión y diabetes. 2
La sauna es útil tras el ejercicio físico:
Un estudio publicado en el Journal of Science and Medicine in Sport analizó el uso de la sauna tras el entrenamiento en deportistas y observó mejoras significativas en la resistencia y la adaptación cardiovascular. 3
La sudoración abre los poros y elimina residuos superficiales.
Estudios muestran que mejora la barrera cutánea y la hidratación, favoreciendo un pH equilibrado y eliminando residuos superficiales. 4
La sauna puede mejorar la calidad del sueño.
La evidencia recogida en revisiones clínicas indica que el uso de la sauna se asocia con una mejoría en la calidad del sueño y un descanso más profundo. 5
La sauna puede fortalecer las defensas.
Investigaciones indican que el uso regular de la sauna puede contribuir al fortalecimiento de las defensas. 6
Para disfrutar de estos beneficios, descubra nuestra amplia selección de saunas y vea cuál puede encajar mejor en su espacio.

La sauna seca utiliza aire caliente con un nivel de humedad muy bajo, generalmente inferior al 20 %. Las temperaturas suelen ser elevadas, entre 80 °C y 100 °C, lo que provoca una sudoración intensa.
Este tipo es beneficioso para la salud cardiovascular, la relajación profunda y la recuperación muscular. Es el tipo de sauna que más se construye, ya que permite sesiones cortas con beneficios intensos.
La sauna húmeda combina calor con un mayor nivel de humedad, que puede situarse entre el 40 % y el 60 %. La temperatura es más baja que en la sauna seca, pero la sensación térmica es envolvente.
Este tipo de sauna resulta más cómoda para personas sensibles al calor seco y puede ser útil para hidratar las vías respiratorias y aliviar la sequedad nasal.
Los baños de vapor funcionan con vapor de agua saturado, alcanzando niveles de humedad cercanos al 100 %. La temperatura es moderada, normalmente entre 40 °C y 50 °C.
Este ambiente es especialmente adecuado para el alivio de la congestión respiratoria, el cuidado de la piel y la relajación progresiva. Es una buena opción si tiene menor tolerancia a temperaturas muy altas.
Si además de conocer los tipos de sauna le interesa saber cuánto puede costar instalar una, puede consultar aquí el coste de una sauna en España.
La duración y la frecuencia con la que usted utiliza la sauna influyen directamente en los beneficios que puede obtener. No todas las personas ni todos los objetivos requieren el mismo uso.
El tiempo y la frecuencia pueden ajustarse en función de lo que usted busque mejorar.
Para la mayoría de personas sanas, la sauna es segura si se respetan ciertos límites.
Si usted es principiante o no utiliza la sauna con regularidad, es recomendable avanzar de manera gradual.
Este enfoque permite que el cuerpo se adapte al calor sin sobrecargar el sistema cardiovascular.
La sauna no es adecuada para todas las personas. Debe consultar a su médico si tiene:
❌ Mito: “La sauna desintoxica el cuerpo”
✅ Hecho: La desintoxicación real la realizan el hígado y los riñones.
La sauna únicamente favorece la eliminación de residuos superficiales a través del sudor.
❌ Mito: “La sauna hace perder peso”
✅ Hecho: El peso que se pierde durante una sesión corresponde a líquidos.
No existe una pérdida real ni duradera de grasa corporal.
❌ Mito: “Es igual que un baño caliente”
✅ Hecho: La sauna provoca una respuesta térmica más intensa.
El aumento de la temperatura corporal y los efectos cardiovasculares son mayores.
Para disfrutar de la sauna de forma segura y aprovechar sus beneficios, siga estas recomendaciones básicas:
Escuchar las señales de su cuerpo es la mejor forma de usar la sauna de manera segura y placentera.

La sauna sirve para mejorar la salud cardiovascular, reducir el estrés y favorecer la recuperación muscular. Su uso regular aporta beneficios físicos y mentales.
No produce pérdida de grasa. Solo genera una pérdida temporal de líquidos.
Lo recomendable es entre 10 y 20 minutos por sesión.
En personas sanas, un uso moderado diario puede ser seguro. Debe adaptarse siempre a su tolerancia personal.
Sí. Favorece la relajación y mejora la calidad del sueño.
¿Dónde comprar saunas?
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Fuentes: